Aborto libre y gratuito, no es una ley, es un derecho...

Thursday, February 24, 2005

informe sobre la píldora ru 486

Informe sobre la píldora RU 486


​​​​ El compuesto RU 486 es la primera "píldora abortiva". Su uso
plantea problemas muy serios, tanto morales y sociales, como médicos y
científicos. El producto ha sido desarrollado en los laboratorios de la
firma francesa Roussel Uclaf (de ahí su nombre). Su designación
científica es mifepristona. En Francia se dispensa bajo el nombre comercial de Mifégyne.



La RU 486 es un esteroide sintético dotado de propiedades
anti-hormonales muy singulares. Anula a la progesterona, cuya acción
continuada es necesaria para el mantenimiento de la gestación,
particularmente en el primer trimestre. De ahí que la administración de
RU 486 en cantidad adecuada puede provocar el aborto precoz. Esta es su
acción más conocida, pero no la única.


La RU 486 tiene otros efectos. Administrada de
acuerdo con ciertas pautas, puede actuar como anticonceptivo. Tiene
también, empleada en dosis grandes, un efecto anti-glucocorticoide, lo
que le confiere cierta potencialidad, todavía no plenamente confirmada,
en el tratamiento de algunas enfermedades.


Para explotar las posibilidades terapéuticas de la
RU 486, se procede en algunos laboratorios de investigación básica a
estudiar nuevos aspectos de sus interacciones con diferentes tejidos y
funciones. Los interesados en la comercialización de la RU 486 saben
que, desde el punto de vista de la psicología social, conviene
encontrar para la molécula otras aplicaciones clínicas que la rediman
de la mala fama

inherente a su condición de abortifaciente y contraceptivo. Es un
problema a la vez simbólico y práctico. Si la RU 486 obtuviera, gracias
a esas aplicaciones clínicas, un lugar digno entre los medicamentos,
oponerse a su uso en situaciones que nada tienen que ver con el aborto
y la contracepción sería una conducta irresponsable y malévola, ya que
privaría a muchos pacientes de los beneficios que les podría prestar.


De hecho, se conocen ya algunas aplicaciones
clínicas de la RU 486. Se ha comprobado la utilidad de este compuesto
en un pequeño número de casos de cáncer de mama, en algunos meningiomas
inoperables, como ayuda para el parto en casos de dilatación cervical
insuficiente, como facilitador del aborto quirúrgico durante el segundo
y tercer trimestres, y en el tratamiento del síndrome de Cushing en su
fase inicial.


Se ha sugerido la posible utilidad de la RU 486 en
otras situaciones clínicas, pero sólo sobre bases objetivas muy tenues,
de modo que a veces se tiene la impresión de que esas opiniones se
fundan, más que en datos firmes, en meros deseos.


La introducción de la píldora abortiva ha sido
saludada con júbilo por los movimientos abortistas, por las agencias
internacionales de control de la natalidad y por los movimientos
feministas. En ella se depositan las esperanzas de solución de muchos
problemas psicológicos y sociales.


Para los grupos abortistas de los países
desarrollados, donde el aborto quirúrgico es seguro, barato y rápido,
la RU 486 garantizaría más posibilidades de elección y -se aseguraba,
con excesivo optimismo- la oportunidad de procurarse el aborto en la
intimidad. Postulan esos grupos que, si el aborto farmacológico llegara
al desideratum

de un 100% de eficacia y 0% de complicaciones, se convertiría en la
forma dominante de aborto -privado, doméstico, no medicalizado y
económico--. con obvios efectos sobre el control demográfico.


Con argumentos puramente voluntaristas, los
controladores de la población afirman que la píldora abortiva hará más
accesible y seguro el aborto en países en vías de desarrollo, y, por lo
tanto, mucho más solicitado. Contribuiría así a frenar el crecimiento
demográfico, a la vez que evitaría gran parte de las supuestas 100.000
a 200.000 muertes que anualmente pagan esos países al inseguro aborto
quirúrgico o clandestino. Pero, en el estado actual del aborto por RU
486 (ver
apéndice
)
éste necesita tanto o más apoyo médico que el aborto quirúrgico, lo
cual hace esfumarse las ilusiones de la RU 486 como medio fácil de
control demográfico.


Muchos grupos del movimiento feminista ven en la RU
486 el primer paso para que la mujer pueda constituirse de hecho en
dueña absoluta de su capacidad reproductiva. Esos grupos anuncian al
advenimiento de la verdadera libertad reproductiva, cuando se disponga
de una píldora abortiva segura, de libre dispensación, que el
farmacéutico despache sin receta médica. Entonces, esa píldora,
ingerida como inductor de la menstruación o píldora mensual,
haría desaparecer los sentimientos de culpabilidad ligados al aborto.
La mujer ya no tendría que preocuparse de si ha concebido o no. Cada
mes procedería a limpiar químicamente su útero, sin tener que acudir al
médico.



Es, sin embargo, dudoso que el aborto -incluso el
precoz y deliberadamente inadvertido- pueda verse libre de traumas
psicológicos. Aunque su impacto emocional pueda ser, en algunas
mujeres, menos grave que el causado por el aborto quirúrgico -con su
carga de acudir a una clínica, someterse a una anestesia y sentir
invadido el propio cuerpo-, el aborto casero
no está libre de tensiones y ansiedades: es la mujer misma quien asume,
ella sola y con urgencia, toda la carga, psicológica y ética, de ser el
agente único del aborto, y quien ha de esperar con ansiedad el efecto
del tratamiento. El aborto desmedicalizado deja a la mujer abandonada a
sí misma y en la incómoda compañía del miedo, el dolor y el temor a la
hemorragia. La píldora abortiva favorece la privacidad y el secreto de
la mujer, pero la condena a la soledad.


Obviamente, la circunstancia de que el aborto
procurado se obtenga por medio de un procedimiento quirúrgico o de un
agente químico no modifica sustancialmente la gravedad moral de la
acción. Conviene interrogarse, sin embargo, acerca de las actitudes
éticas de los promotores de la RU 486 y del modo en que justifican su
empeño en poner en el mercado ese producto. E interesa también sopesar
cuáles serían los efectos que la aceptación y generalización del aborto
farmacológico pudiera tener desde el punto de vista de la ética médica.


Es bien sabido que la rápida infiltración, primero,
y la implantación como ortodoxia dominante, después, de ideas que
chocan frontalmente con las tradiciones de la sociedad cristiana -y con
la ética hipocrática de la medicina- necesitan recurrir a una
habilidosa manipulación de las ideas. Esto exige, a su vez, el uso de
palabras trucadas. La adulteración taimada de las definiciones (las redefiniciones tácticas)
y la difusión de neologismos acolchados permiten la introducción
atraumática de nuevas actitudes y conductas que, siendo intrínsecamente
perversas y tenidas hasta entonces como comportamientos repugnantes o
inmorales, se revisten de una apariencia de dignidad, se ponen de moda
y terminan por imponerse como normas de ética civil.



La entrada y difusión del aborto quirúrgico en la
sociedad ha sido posible gracias no sólo a la legislación permisiva,
sino también a la tecnología publicitaria de las fórmulas socialmente
persuasivas, que lo dignifican, a la vez que manchan a los que se
oponen a él. La naturaleza malvada del aborto queda anulada cuando el
hecho de destruir una vida humana queda ocultado bajo el velo de
expresiones nuevas e inocentes, tales como microaspiración, extracción menstrual, interrupción
voluntaria de la gestación, regulación menstrual, píldora mensual
.
Se considera inadecuado y de mal gusto hablar, en relación con el
aborto, de matar, asesinar o destruir seres humanos. Tal terminología
indica, se dice, que no se han captado los valores de la autonomía
individual, de la libertad de elección, del control demográfico, de la
ecología.


La introducción y difusión del aborto químico en la
sociedad de hoy necesita también de una terminología adecuada.
Etienne-Emile Baulieu, el inventor de la píldora abortiva, ha acuñado
el término específico contragestión
para designar tácticamente el aborto inducido por la RU 486. El nuevo
término viene exigido por dos razones: una es la conveniencia de que no
se haga, al tratar de la RU 486, la más mínima referencia al aborto; la
otra es que se quiere destacar que esa píldora no constituye, por el
hecho de ser abortiva, una novedad en el campo del control de los
nacimientos.



El mismo Baulieu ha subrayado que "muchos procedimientos usados para el control de la fertilidad"

no son en realidad anticonceptivos, sino abortivos: es el caso del
dispositivo intrauterino, de la contracepción mediante gestágenos o de
la llamada "píldora del día siguiente". "De hecho -añade Baulieu-, la interrupción posterior a la fecundación, que tendría que ser considerada como abortiva, es algo que está a la orden del día". Así que, según él, "el
empleo, al tratar del aborto, de palabras como 'asesinato' o 'matar'
sólo sirve para oscurecer los términos reales de un problema que sólo
tiene que ver con la salud. Por esta razón hemos propuesto el término
'contragestión', una contracción de 'contra-gestación', para designar
con él la mayoría de los métodos de control de la fertilidad. Es de
esperar que el nuevo término sirva para evitar que el debate se
desvirtúe"
.



Es patente la intención de amoralizar, de colocar en un terreno
éticamente neutro, la transmisión de la vida humana, y de reducirla a
pura biología. El aborto químico queda desconectado de cualquier
implicación moral. Queda sometido a las leyes civiles que regulan la
práctica del aborto y a la política sanitaria de la eficiencia técnica
y del control demográfico. Se declara perversa, o al menos
intencionadamente oscurecedora y de mal gusto, la utilización, al
tratar del aborto, de expresiones -asesinato, matar- dotadas de contenido moral. El término contragestión, que es la contracción trucada para robar sentido semiológico a la original contragestación,
no sólo es atraumático: es anestesiador de la conciencia moral, pues ya
no despierta una asociación de ideas con el proceso de transmitir la
vida y con el papel que en él desempeña la mujer, sino sólo con la
administración general de los asuntos.




Baulieu lo ha dicho claramente: "Mi propósito es eliminar la palabra 'aborto',porque esa palabra es tan traumática como el hecho mismo del aborto".
En el fondo, el proyecto ideológico que subyace a la implantación
social del aborto farmacológico es acabar con la noción misma de
aborto. El objetivo a medio plazo es que ya no se hable de él, que para
nombrarlo se usen palabras nuevas, inocentes, sin resonancias morales.
Esas palabras habrán desculpabilizado al aborto, lo habrán neutralizado
moralmente. La apariencia medicamentosa lo convertirá subjetivamente en
una acción promotora de la salud. En poco tiempo, el uso de la píldora
contragestativa habrá trivializado el aborto, que se convertirá,
individual y colectivamente, bajo la acción de la propaganda, en un
acto virtuoso de civilidad, de responsabilidad demográfica y
sociofamiliar.



Se cierra así el proceso que J. Pieper había asignado a la manipulación del lenguaje moral. Decía Pieper: "¿Por
qué no han de existir en un mundo descristianizado unas leyes
lingüísticas demoníacas, merced a las cuales lo bueno le parezca al
hombre en el lenguaje como algo ridículo?"
Ahora, esas
mismas leyes hacen aparecer el crimen como algo laudable, la muerte del
inocente como un acto de virtud contragestativa.




Las complicaciones de la píldora abortiva



El uso principal que se ha hecho hasta ahora de la RU 486, y su efecto
más estudiado, es el de inductor del aborto precoz. Cuando se
administra sola, la tasa de éxitos es demasiado baja: induce abortos
completos en el 15% de las mujeres, cuando se utiliza dentro de las
cinco primeras semanas sin menstruación; pero la tasa de fallos sube a
más del 60% cuando se administra a las nueve semanas.


La Ru 486 provoca un aumento de la sensibilidad del
útero a otros agentes inductores del aborto: las prostaglandinas.
Cuando se usan combinadamente la RU 486 y una prostaglandina, se logra
el aborto completo en la mayoría de la mujeres. Pero este tratamiento
se acompaña de efectos colaterales de diferente importancia: dolor, que
exige analgesia, durante la expulsión del feto; hemorragia, que por
término medio es de 80 ml y de una a dos semanas de duración. Están en
estudio y en fase de ensayo clínico nuevas combinaciones de RU 486 con
prostaglandinas, a fin de atenuar estos efectos indeseados.


En Francia, los abortos inducidos con la
combinación de RU 486 y prostaglandina fueron 45.000 en total hasta
mayo de 1990. Ese año se realizaban unos mil por semana, lo que
significa que esta técnica se aplica en uno de cada tres o cuatro
abortos. Las gestaciones han de ser de menos de siete semanas de
duración. Se exige a las mujeres que consientan en someterse a un
aborto quirúrgico en caso de que fracase el tratamiento o se produzcan
hemorragias importantes. El aborto con RU 486 está sometido a una
regulación administrativa y epidemiológica bastante rigurosa.



No es fácil hacer una evaluación ponderada de los
datos relativos a las complicaciones asociadas al aborto mediante RU
486, pues esos datos son presentados con cierta parcialidad debida a la
polarización de opiniones que se está manifestando entre los
ginecólogos, divididos en partidarios del aborto farmacológico y
partidarios del aborto quirúrgico. Unos dicen que sólo se han
presentado dos casos de complicaciones graves entre 30.000 abortos
inducidos por RU 486; otros tasan las complicaciones graves en el 5 por
mil de los casos. Aparece hemorragia importante en el 10% de las
mujeres tratadas, de las que una de cada cien necesita transfusión.
Entre el 5 y el 20% de los casos se produce retención del feto, y en
ellos es necesaria la evacuación quirúrgica. En abril pasado murió en
Francia una mujer de 31 años, fumadora, a consecuencia de un aborto
mediante RU 486. La reacción del Ministerio de Sanidad francés fue
prohibir la administración de la píldora a las mujeres fumadoras y a
las de más de 35 años. Esta decisión carece de base científica, ya que
se desconoce si la edad o el tabaco influyeron en el fallecimiento.


Las conclusiones alcanzadas hasta ahora exigen que
el aborto precoz con RU 486 se haga siempre bajo control médico, ya que
es necesario atender las frecuentes complicaciones. Estas han impedido
hasta ahora la libre comercialización de la RU 486 y, con ella, la
posibilidad del aborto casero. Las mismas
complicaciones, la necesidad de un control ecográfico posterior para
comprobar que el aborto ha sido completo, hacen que la RU 486 no pueda
ser empleada en países de escasos recursos humanos médicos, con contra
de los deseos de algunos que veían en ella el método ideal para el
aborto en el Tercer Mundo.


Como ya se ha indicado arriba, hay un
enfrentamiento entre los partidarios del aborto quirúrgico y los del
farmacológico. Esta polémica no se refiere en exclusiva a ofrecer un mejor servicio
a las mujeres que quieren abortar, sino que tiene que ver con la lucha
por la supremacía en la industria del aborto. Se ha dicho que la RU 486
represente un progreso técnico en un campo en el que no hacía ninguna
falta. Las complicaciones del aborto por RU 486 son causa de que las
mujeres pierdan jornadas laborales y deban acudir al hospital. Desde el
punto de vista económico, aun descontando el costo de la RU 486, el
aborto farmacológico no parece tener ventajas sobre el aborto
quirúrgico. Curiosamente, un proyecto internacional, patrocinado por la
Organización Mundial de la Salud, ha estudiado el modo de combinar RU
486 con aborto quirúrgico y ha demostrado que la RU 486 proporciona una
buena preparación del cuello uterino para la práctica del aborto por
aspiración.




En Francia se investiga la muerte de una mujer que tomó la píldora abortiva



El Ministerio de Sanidad francés ha abierto una investigación sobra la
muerte de una mujer de 31 años en el transcurso de un proceso de aborto
mediante la píldora RU 486. La causa inmediata del fallecimiento fue un
accidente cardiovascular. Se cree que éste fue provocado, a su vez, por
la prostaglandina, que complementa la acción de la píldora. Una vez que
la RU 486 produce el aborto, se administra prostaglandina para lograr
la expulsión del embrión, que de otro modo tendría que ser extraído por
métodos quirúrgicos (lo que , aun usando prostaglandina, es necesario
en algunos casos). La mujer fallecida fumaba mucho, lo cual podría
haber aumentado el riesgo inherente a este sistema de aborto.


El reciente fallecimiento ha suscitado dudas sobre
la seguridad de este procedimiento abortivo. El Ministerio reexaminará
el modo de empleo aprobado para la RU 486.


Contiene Mifepristone, un antagonista de la
progesterona sintetizado químicamente. RU son las iniciales del
laboratorio francés que lo fabrica, la Roussel-Uclaf, y 486 es el
número de la molécula sintetizada. La acción del RU-486 se basa en la
competición reversible con los receptores de progesterona, produciendo
un aborto químico al bloquear la acción de la progesterona, que es una
hormona necesaria para la anidación y el desarrollo del embarazo. Como
consecuencia, involuciona el endometrio, se bloquea su actividad
secretora, aumentan las contracciones del útero, se relaja el cervix,
involuciona el cuerpo lúteo por falta de HGC, cesa la secreción de
progesterona, y finalmente se reproduce una menstruación a las 24-48
horas de administrar la RU-486, con lo que se desprende el endometrio
con el embrión. Sólo es efectiva antes de las seis semanas de la
concepción (13 días después de la regla prevista), por lo que su
aplicación es limitada, ya que las pruebas de embarazo se hacen después
de este plazo. Son embargo, asociada a prostaglandinas es eficaz hasta
tres semanas después de la falta de menstruación [1] .




La dosis adecuada es 600 mg., que se administran en cuatro comprimidos durante cuatro días [2]
y a las 36-48 horas se administra una pequeña dosis de Prostaglandinas
(PG) en forma de inyección o de óvulo vaginal, que aumenta la
frecuencia y la intensidad de las contracciones uterinas para la
expulsión del embrión, siendo necesario como mínimo ese intervalo para
sensibilizar el músculo uterino a las prostaglandinas. Al cabo de dos
semanas es necesario comprobar mediante ecografías si se ha producido
el aborto y la expulsión del embrión. Las PG favorecen la no
implantación y expulsión del embrión por aumento de las contracciones,
pero también proporcionalmente a la dosis, aumenta la duración de las
hemorragias y la intensidad de los dolores abdominales. Hay también
riesgo de complicaciones cardíacas con las PG, por lo que se debe tener
mucho cuidado si presentan enfermedades cardíacas o hay riesgos de
padecerlas, como en las fumadoras. La RU-486 por sí sola es eficaz en
un 85% de los casos y hay un 20% de fracasos en la expulsión, que
requieren el aspirado quirúrgico, ya que el tejido humano retenido
puede provocar infecciones. Sin embargo, asociado a PG aumenta la
eficacia al 96%, se produce la expulsión del embrión en un 86% de los
casos, y es eficaz hasta 3 semanas después de la falta de menstruación.


Los efectos secundarios exigen que se administre
sólo con vigilancia hospitalaria, ya que en un 14% de los casos con
hemorragias intensas y prolongadas (hasta doce días) que pueden
requerir la intervención quirúrgica o transfusiones de sangre. Pueden
aparecer dolores abdominales intensos, intolerancias digestivas,
vómitos y astenia. Hay probabilidad de malformaciones en los fetos
sobrevivientes. En el número seis de la revista Nature, de octubre de
1987, se ha publicado el primer caso de un niño francés nacido con
graves deformaciones físicas por la RU 486, que resistió al producto y
la madre no quiso abortarlo por otros métodos. Es el primer fármaco que
se comercializa con posibilidad de malformaciones. Por eso en Francia,
que es el único país donde se permite, sólo se emplea en hospitales con
un control estricto. Sin embargo, la Roussel-Uclaf quiere introducirlo
en el tercer mundo como anticonceptivo para cubrir gastos y diciendo
que es un regulador de la menstruación.


El producto fue descubierto en abril de 1980 por el
Prof. Etienne-Emile Baulieu, especialista en esteroides y director de
la unidad U-33 del INSERM. En octubre de 1981 fue ensayado en el
Hospital Clínico de Ginebra en 11 voluntarias, en las que en 9 de ellas
se obtuvo expulsión del embrión. Luego se hicieron ensayos con
diferentes dosis, y en 1986 se hizo el primer ensayo a gran escala en
el Hospital Bicetre de París, logrando interrumpir 85 embarazos de un
total de 100 pacientes y la expulsión del embrión en 80. La siguiente
experiencia fue realizada en 1987 en Los Angeles (USA), consiguiendo un
90% de "éxitos", demostrando que la eficacia aumentaba cuanto más
pronto se administraba. En un estudio de marzo de 1990 realizado con
2115 mujeres, se ha establecido la eficacia del 96%, con expulsión en
el 86%, hemorragias intensas en un 5%, con una duración media del
sangrado de nueve días. En 1988 se realizó un estudio experimental
encargado por el gobierno español al Servicio de Ginecología del
Hospital General de Valencia, obteniéndose un 76% de abortos con
expulsión del embrión, 12% de interrupciones del embarazo sin expulsión
de embrión y un 12% de continuaciones del embarazo, que fueron
interrumpidos por medios quirúrgicos. No se encontraron hemorragias muy
graves, aunque si prolongadas y hubo intolerancias digestivas, vómitos
y cansancio. Es interesante en el estudio español, la constatación de
que las afectadas que voluntariamente ingirieron el producto,
presentaron un mayor sentimiento de culpabilidad de lo normal, quizá
por el hecho de tomar ella directamente la sustancia, lo que supone un
acto más culpabilizador para la persona que el aborto quirúrgico, en
donde el médico es el ejecutor y el cómplice del acto.


Su comercialización se ha prohibido en la República
Federal Alemana, en Estados Unidos y el único país que lo ha permitido
es Francia, aunque sólo en hospitales por el peligro de hemorragias y
malformaciones en los fetos sobrevivientes. El Gobierno francés tiene
el 36,25% de las acciones del laboratorio Roussel-Uclaf y después de
haberlo aprobado el 23 de septiembre de 1988, el 26 de octubre, el
presidente del laboratorio anunciaba la supresión de la distribución
del RU 486 ante las amenazas de boicot y la polémica desencadenada,
pero a los dos días el ministro francés de Sanidad, el socialista
Claude Evin, lo declaró (28.X.1988) de interés para la salud pública e
invitó a la Roussel a que lo comercializara. A las cinco horas se
aceptaba la sugerencia en un comunicado, lo que indica que es una
maniobra para hacer recaer la responsabilidad en el gobierno. El aborto
químico se presenta como la gran alternativa al aborto quirúrgico, que
servirá cuando se perfeccione, para eliminar farmacológicamente al hijo
no querido del seno materno en el propio hogar, como la aspirina que
elimina una molesta cefalea, evitándose la intervención quirúrgica, la
hospitalización y la anestesia. El aborto se produce rápidamente en
unas pocas horas, es cómodo ya que basta tomarse las píldoras y el
resultado externo es como una menstruación, es barato y podrá ser a
cargo de la Seguridad Social al ser comprimidos, es limpio al no ser
necesaria una sangrienta intervención quirúrgica, es privado al no
trascender, y es indistinguible de un aborto espontáneo.



Lo negativo es que puede producir la banalización
del aborto a nivel casero, matando al embrión y perdiendo la conciencia
del hecho, ya que no impresiona, no es una carnicería ya que no se pasa
por el quirófano, no se desarrollan sentimentalismos, ya que
aparentemente se tiene otra menstruación, aunque en realidad se está
eliminando el embrión tirando de la cadena. SE está tratando de
introducir términos que no suenen a aborto y sustituyan al de píldora
abortiva. Así se habla de inductor de la menstruación o de Sistema de
Regulación de la Natalidad. El genetista francés Jérome Lejeune lo ha
definido como "el primer pesticida antihumano". Su uso hará innecesario
montar centros de planificación familiar abortivos, evitará tener que
enfrentarse a los médicos por su masiva negación ante el aborto, ya que
es comprensible que los médicos no quieran mancharse las manos con
sangre inocente. Además se resuelve el problema de la gratuidad del
aborto, ya que como un medicamento será costeado por la Seguridad
Social.



Notas



[1]
. Cabrol D., Bouvier D., Yvoire M., Mermet E., Cedard L., Sureau C.,
Baulieu E. E. "Introduction of lavour with mefeprostone after
intrauterine fetal death". Lancet, 2:1019, 1985.
Couzinet B.,
LeStrat N., Ulmann A., Baulieu E.E., Schaison G. "Termination of early
pregnancy by progesterone antagonist RU 486 (mifepristone)". New Eng.
J. Med., 315:1535-1570, 1986.


Shoupe D., Mishell D.R. Jr., Crener P.F., Spitz I.M. "Pregnancy
termination whit a high and medium dosage regimen of RU-486".
Contraception, 33: 455-461, 1986.

Mishell D.R. Jr., Shoupe D., Brener P.F., et all. "Termination of early
gestation with the antiprogestin steroid RU-486: Medium versus low
dese". Contraception, 35: 307-321, 1987.



[2] . Información Terapéutica de la Seguridad Social. Vol. 10, nº 4, 1986.

Preguntas hacerca de la píldora RU-486

1 -¿Qué es la Mifepristona o RU 486?

La Mifepristona es un fármaco que provoca la interrupción del embarazo con una frecuencia baja (del 60 al 80%) y a lo largo de muchos días (solo 2% antes de 2 días). Además necesita de un apoyo instrumental, como el raspado, frecuentemente. Su utilización sola de abandonó en 1997.

2 - ¿Por qué se habla tanto de este producto? ¿Cual es su ventaja?

La ventaja potencial de su utilización es que mejora los resultados abortivos de otros métodos farmacológicos. A la combinación de estos métodos es a lo que se denomina ABORTO FARMACOLÓGICO.

3 - ¿Sustituyen los métodos farmacológicos a los instrumentales?

Los métodos farmacológicos no pueden sustituir siempre a los instrumentales. Siempre que se hace un aborto farmacológico se debe pensar que puede acabar en un raspado, por lo tanto es fundamental que quien administre los fármacos y la mujer que los tome, sepa que en cualquier momento puede ser necesario hacer un raspado, mejor si es por aspiración como hacen los médicos con experiencia de clínicas especializadas.

4 - ¿Se puede hacer todo en tres o cuatro horas, como en los instrumentales?

El aborto farmacológico necesita de varios días para realizarse. El primer día se administra un fármaco y es necesario esperar entre 36 y 48 horas ya que solo el 2% abortan en ese periodo. El segundo fármaco se debe de administrar en varias tomas repetidas por vía oral o vaginal, pudioendo tardar el aborto en producirse entre pocas horas a varios días. El 87% se produce en las primeras 24 horas, aunque puede tardar menos, más o incluso fracasar (2-4%)

5 - ¿Qué pasa durante las horas de espera para que los fármacos provoquen el aborto?

Durante el tiempo de espera se pueden notar los mismos síntomas que presenta una mujer embarazada que presenta un aborto espontáneo: dolores de tipo menstrual de intensidad algo mayor (80,4%), pérdidas y hemorragias (100%) que pueden ser copiosas y precisar de tratamiento (5,1%) y sensaciones derivadas de los propios fármacos, como temblores (78%), fiebre ligera (56%) o alta (32%), náuseas (42,8%), vómitos (17,2%), y diarreas (13,9%). Las reacciones alergicas son posibles, aunque poco frecuentes (en torno al 1,5%), como en cualquier producto.

6 - ¿Cuándo se ha abortado, pasa todo?

Después de producirse el aborto se puede seguir perdiendo y teniendo alguna de las molestias citadas, sobre todo la hemorragia que puede durar hasta 12 días y puede ser un síntoma de NO HABER ABORTADO. Por lo tanto ES IMPRESCINDIBLE REALIZARSE LO ANTES POSIBLE UNA ECOGRAFÍA PARA COOROBAR SI EL ABORTO HA SIDO COMPLETO, por personal con experiencia de clínicas especializadas que decidirá si es necesario realizar un raspado.

7 - ¿Todo el mundo puede someterse a un aborto provocado farmacológico?

No todo el mundo puede someterse a un aborto farmacológico. Ver las contraindicaciones en el párrafo siguiente.

8 - ¿Es legal esta modalidad de aborto provocado?

La legislación española es la misma si se trata de un aborto farmacológico como si es instrumental. Se deben de cumplir al menos uno de los requisitos legales, con los certificados correspondientes y realizarlo en un centro acreditado, que la mujer lo autorice después de conocer las diferentes alternativas y que sea practicado en una clínica autorizada por las autoridades sanitarias.

9 - Contraindicaciones

Está contraindicado en caso de alergia a cualquiera de los fármacos que se utilizan, en insuficiencia renal crónica y en asmáticas severas no tratadas. También en embarazos de más de 50 días de amenorrea (contando desde la última regla), en los que no se haya podido confirmar que sean intrauterinos y en los embarazos ectópicos tubáricos. ES IMPRESCINDIBLE UNA ECOGRAFÍA PREVIA para asegurar que no se producen estas situaciones. También debe de evitarse en mujeres con alteraciones de la coagulación, anemia (debe de realizarse una analítica previa), en las que tengan una cesárea reciente y en las mayores de 35 años fumadoras. Asimismo, debe de contraindicarse en mujeres que no reunan las condiciones psíquicas para poder comprender , aguantar el proceso y cumplir con las condiciones comentadas.

10 - Precauciones de empleo

Se debe de vigilar especialmente su uso en mujeres de más de 35 años, fumadoras. En mujeres en tratamiento con corticoides. En trastornos de la coagulación. En presencia de insuficiencia suprarrenal aguda.